Visitar una nueva iglesia puede resultar intimidante. Cuando sea nuestro invitado, nunca se le pedirá que se ponga de pie y se presente, ni que realice ninguna otra actividad que lo haga sentir incómodo. ¡Nos encantaría tenerte! Queremos que se sienta cómodo cuando nos visite para los servicios de adoración, por eso aquí hay un breve resumen de lo que puede esperar de un servicio típico con nosotros:

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Worship

Cuando visite uno de nuestros servicios dominicales, puede esperar encontrar un servicio de adoración sencillo que se adhiera a las enseñanzas del Nuevo Testamento. Cuando nos reunimos cada día del Señor (Hechos 20:7, Apocalipsis 1:10), que es domingo, adoraremos a Dios por . . .​

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• Oración: Somos guiados por diferentes hombres en nuestra congregación (1 Timoteo 2:1-8).

• Canto: toda la congregación se une para alabar a Dios en canciones sin el uso de instrumentos musicales (Efesios 5:19, Colosenses 3:16). En caso de que alguien no esté familiarizado con alguna de las canciones, la letra está disponible en nuestros cancioneros y también en una pantalla frente al auditorio. Muchos de nuestros invitados eligen unirse a nosotros para cantar, mientras que otros prefieren simplemente escuchar mientras adoramos.

• Tomando la Comunión: Cada domingo, nuestros miembros recuerdan la muerte de Cristo comiendo pan sin levadura y bebiendo del fruto de la vid (Hechos 20:7). Nos sentamos en silencio durante unos minutos y reflexionamos sobre lo maravilloso que es que Dios nos haya amado lo suficiente como para dar a su propio Hijo por nosotros.

• Predicación: Disfrutaremos de una lección bíblica que dura aproximadamente 30 minutos (Hechos 2:42; Romanos 10:14). La mayoría de los domingos, nuestro ministro predicador presenta estas lecciones, aunque ocasionalmente un orador invitado guiará nuestros pensamientos. Cada lección tomará un pasaje de la Biblia y explicará lo que significa y cómo se aplica a nuestras vidas.

• Ofrendar: Cada miembro de esta congregación contribuye semanalmente al trabajo de la iglesia (1 Corintios 16:2). No pedimos ni esperamos que nuestros huéspedes den nada en la ofrenda.